Preguntas Frecuentes
Para superar el miedo al odontólogo hay que mentalizarse que va a ser para un bien de sí mismo.
La odontología, hoy en día, ya no es sinónimo de dolor. Hace algunas décadas, las enfermedades bucales de nivel severo se presentaban de manera muy frecuente. Consecuentemente, los procedimientos solían ser más radicales y dolorosos, por lo que dejaban muchas secuelas físicas y sicológicas.
De allí que se crearan mitos y creencias sobre las visitas al odontólogo que se han arraigado en el imaginario popular.
Sin embargo, y a pesar de todos los avances, hay personas con alto nivel de ansiedad que no gustan de ir al odontólogo. En esos casos, el profesional puede ayudarte con relajantes naturales y medicamentos ansiolíticos.
Se recomienda 3 cepillados al día: después de desayunar, almorzar y cenar.
El cepillado antes de irse a dormir es fundamental.
Si se ha llevado al niño regularmente al odontólogo cada año, este ya habrá detectado si hay algún problema que requiera ortodoncia. De no ser así, la edad alrededor de la cual es idóneo empezar la ortodoncia es aproximadamente a los 11 años.
El cepillado de los dientes por parte del niño puede hacerse desde los 3 años. El infante debe ir practicando la técnica para habituarse y los padres pueden completar el cepillado para asegurar una higiene correcta.
Antes de esa edad, se recomienda que los padres limpien los dientes deciduos (“de leche”) con un copito de algodón o con cepillos especiales que se insertan en uno de los dedos del adulto que realice la limpieza. Esto con el fin de habituar al niño y que no se le genere rechazo al cepillo que invade su cavidad oral.
En primer lugar, es más conveniente hablar de aclaramientos dentales, puesto que un diente blanco es antinatural. Y sí, son totalmente seguros, pero solo se deben aplicar si los dientes y las encías están sanos, por lo que solo un odontólogo puede determinar si uno se puede aplicar el aclaramiento en casa o puede hacerse el tratamiento en una clínica dental.
El cepillo eléctrico es infinitamente mejor que el manual para efectuar la higiene diaria de los dientes. Hay que vigilar que el cepillo sea bueno (los modelos más sencillos y baratos no son válidos). Ah, y recuerda que el mejor cepillo eléctrico nunca reemplazará la seda dental. ¡No te olvides de su uso todos los días!
Un implante es el sustituto perfecto de un diente ausente. Si las condiciones del hueso y del paciente son propicias, es la mejor opción. Para ello, el profesional te hará algunas preguntas sobre tu condición de salud y te pedirá una tomografía de la zona.
Las carillas son unos recubrimientos muy finos para embellecer los dientes anteriores. Las hay de cerámica, muy resistentes, pero que requieren un mayor desgaste del diente, y las carillas de Resina de alta estética, que aunque pueden ser menos resistentes, requieren de un menor desgaste de tejido dental y los resultados son más inmediatos.
Cuando falta un diente o una muela y no se repone (excepto las cordales), se va produciendo un lento desequilibrio de la dentadura que lleva a problemas mayores con el tiempo. Siempre se deberían reponer las piezas dentales que faltan.
El sangrado al cepillado por lo general es indicativo de una inflamación de las encías que debe tratar el odontólogo o la higienista oral con limpiezas dentales (profilaxis) o raspajes y alisados radiculares que realiza el periodoncista, según la gravedad del caso.
Cuando duele una muela es el odontólogo el que puede determinar lo que le pasa (diagnóstico) y decidir el mejor tratamiento que necesita. Postergar la visita solo puede empeorar las cosas.
Sí, efectivamente, se puede volver a “picar” (a salir caries) como en cualquier otro diente si la higiene oral no es la correcta.
Adicionalmente, es común que una pieza dentaria que ha sido sometida a este tipo de tratamiento, pierda mucho de su estructura de base, además de un proceso de debilitamiento que puede llevar a fracturas coronales. Es conveniente consultar a tu odontólogo sobre la necesidad de procesos de rehabilitación más complejos que una resina, como son una incrustación o una corona-núcleo.
Cuando un diente duele a causa de una caries que ha invadido el nervio, el único tratamiento existente para poderlo salvar es la endodoncia (matar el nervio). Si optas por la extracción (sacar la muela) la única manera llenar luego ese espacio será mediante una prótesis o un implante. Si no se realiza ningún reemplazo, de seguro vendrán muchas más complicaciones a futuro.
No tiene por qué ser un impedimento, si bien antes hay que determinar mediante exámenes de laboratorio el nivel de la diabetes y saber que se tiene adecuadamente controlada. Por otro lado, se te recetarán antibióticos antes de la extracción.
Sí. Siempre es preferible poder conservar el canino en boca y reubicarlo en su sitio mediante ortodoncia, pues constituye un importante apoyo para el surco labial.
No se puede decir que sean “para toda la vida” (dependerá de la edad que tenga el paciente). Sí, se puede decir que su permanencia en boca será mayor cuanto más se cuiden, cuanto mejor sea la calidad del hueso, la higiene, las revisiones periódicas, etc.
No, no es normal, por lo general, es signo de gingivitis producida por la placa bacteriana (por cepillado deficiente). Lo más aconsejable es acudir a una cita de valoración donde se identificará si es necesaria una profilaxis dental o un curetaje y alisado radicular.
Cuando se realiza una pulpectomía (“matar el nervio”) aún existen terminaciones nerviosas a nivel externo de la raíz, las cuales pueden generar sensación de dolor ante un estímulo térmico (calor, frío) o a la percusión (al cerrar los dientes), ya que existe un ligamento periodontal que rodea el diente y genera estímulos a algunas terminaciones nerviosas que existen en el hueso.
Pero al terminar en su totalidad el tratamiento endodóntico todos los síntomas deberían desaparecer.
En los casos en que persiste el dolor, mucho tiempo después de realizado el tratamiento de conductos en su totalidad y con una buena obturación de la corona, se deberá evaluar con el especialista, la posibilidad de un retratamiento de conductos.
Tanto las carillas de porcelana como de resina de fotocurado son tratamientos de estética dental que corrigen la forma y color de los dientes, creando una sonrisa atractiva y bonita. Las carillas de resina son finas capas de composites de última generación que cubren la superficie frontal de los dientes, realizadas mediante técnica directa en una sola sesión. Las carillas de porcelana se realizan mediante técnica indirecta y consiste en sustituir la superficie externa del diente por una fina lámina de porcelana, son biocompatibles y mantienen el color y el brillo con el tiempo.
La mayoría de las veces no tiene por qué serlo. Es un tratamiento que se realiza mediante anestesia local, por lo que el paciente no siente ningún dolor, y una vez finalizada la intervención el paciente puede volver a su vida habitual un día después del procedimiento.
Es un tratamiento completamente personalizado que se realiza basándose en un estudio de imágenes 3D del paciente en las que se podrá ver todo el proceso: desde la posición inicial de los dientes hasta el resultado final. A partir de allí, se diseña una serie de férulas totalmente trasparentes que se deben colocar en boca la mayor parte del tiempo y se van cambiando periódicamente, hasta llegar a los resultados proyectados.
Ambos tratamientos son eficaces. Sin embargo, debe ser un ortodoncista profesional quien recomiende uno u otro a cada paciente. Normalmente, la ortodoncia invisible es recomendable en casos leves y moderados, mientras que los brackets son útiles en casos más graves.